Los niños diferentes

No siempre un embarazo es un estado de buena esperanza, ni el nacimiento de un niño motivo de risas y felicitaciones. El diagnóstico de una grave malformación congénita o una anomalía cromosómica intraútero o de una enfermedad grave, incurable, en los primeros meses o años de vida es un hachazo en la biografía de una familia. Los avances de la técnica nos permiten llegar a diagnósticos bastante probables en muchas de estas situaciones. El problema no es la técnica, sino que quien práctica la medicina haya dejado de ser el “Vir bonus et medicus peritus” y se convierta en un técnico (téchnos).

Diagnóstico prenatal, limitación de tratamientos o incluso la eutanasia neonatal o infantil tienen cabida en una sociedad eugenésica cuando adquieren ese matiz. Los dos primeros en una sociedad personalista, centrada en la persona, son por el contrario bienvenidos.

El libro comienza con una llamada al debate social, una mirada crítica al convencionalismo de salvaguardar los derechos del que no es igual, pero no dejarle que exista. Sigue después con algunos capítulos más técnicos sobre el diagnóstico prenatal, el cribado neonatal, la eutanasia infantil. Y termina con una vuelta hacia la persona, hacia el valor de la vulnerabilidad. La persona vulnerable que tengo delante, me hace mejor persona y, por tanto, mejor médico. La sociedad es mejor sociedad cuando cuida del vulnerable, del que ni tiene capacidad, del que es dependiente. Trabajar en la búsqueda de las soluciones es mucho mejor que hacer que las personas con problemas desparezcan.

José Manuel Moreno es Médico adjunto de Nutrición Clínica en el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y Profesor asociado en Ciencias de la Salud en la Universidad Complutense de Madrid.